Título: La Búsqueda del Alma
Autora: T. Novan & Advocate
Título Original: Soul Searching
Argumento
Al darse cuenta una vez más que gobernar un país no es tan emocionante como conquistar uno, Xena la Conquistadora se escapa de su castillo para viajar sin trabas a través del imperio que ella gobierna con mano de hierro. Su inesperada decisión, resultará ser una cita con el destino.
Gabrielle, endurecida por un mundo que no tiene cabida para los débiles, vive una vida en la que ha hecho todo lo que debía hacer para mantenerse a sí misma y a su pequeño hijo a salvo de los soldados que llegan a su pequeña aldea.
Ella sigue su habitual rutina al preparar un alojamiento cómodo para la misteriosa figura encapuchada que llega a la posada, cuando la capucha de la extraña cae y sus ojos se encuentran, Gabrielle toma una decisión que espera que cambie la vida de su hijo y la de ella para siempre.
Opinión:
Xena, Lord Conquistadora, la Destructora de naciones y dueña de medio mundo, se harta de su vida palaciega y decide marcharse de su palacio y de su vida. Cubierta con una capucha y ocultando su identidad, en su camino a ninguna parte en concreto, decide parar en la pequeña aldea de Potedaia y alojarse en la posada local.
Gabrielle, madre del pequeño Jarrod y a la que la vida no le ha tratado muy bien, trabaja en la taberna y posada de la aldea de Potedaia, haciendo todo lo necesario para sobrevivir por el bien de su hijo y de ella misma. Y todo lo necesario es todo, incluido ofrecerse a sí misma.
Cuando al preparar la habitación al misterioso viajero encapuchado, se da cuenta realmente de quién es, decide que a toda costa, esta persona podría ser quien les salvara de su mísera vida y la protegiera a ella y a su hijo, y no duda en ofrecerla sus servicios.
Por su parte la conquistadora se niega a recibir esa clase de servicios de Gabrielle, pero en cambio la invita a ella y a su hijo a cenar con ella, iniciando así una amistad entre ellos.
Mientras en palacio, Callisto, Comandante de las tropas de la Conquistadora y segunda al mando, tan locuela como nos tiene acostumbradas, decide a toda costa encontrar a Xena y una vez que lo hace, no se le ocurre otra cosa, que secuestrar al pequeño hijo de Gabrielle para llamar la atención de la Conquistadora.
No solo no lo consigue, sino que va a tener que asumir que tanto Gabrielle como el pequeño Jarrod vivan en palacio junto a la Conquistadora, y que sean el centro de sus atenciones, ya que la misma siente algo más tanto por Gabrielle como por su hijo, aunque sabe que por parte de Gabrielle no es del todo correspondida, y en ocasiones no llega a tener muy claro si Gabrielle realmente quiere estar a su lado.
―¡Lo siento mucho! ―Gabrielle sollozó―. Debí haberlo sabido. No pertenezco aquí. No debería estar a tu lado.
―Shhh… Detente en este momento. Estás aquí porque te quiero aquí, ―Xena pasó su mano por la espalda de Gabrielle―. Estás aquí porque quieres estar. ―Gabrielle se estremeció y Xena juró que su corazón había dejado de latir. Tragó saliva varias veces antes de poder preguntar―, ¿Quieres estar aquí, no? ―Gabrielle alzó la vista hacia los ojos del azul más profundo y una cara moteada de sangre escarlata.
―Yo… yo… yo… ―Un dolor abrumador dividió el pecho de la Conquistadora, pero asintió rápidamente, liberando a la mujer rubia.
Dentro de la vida palaciega, coincide con una reunión de los Sátrapas, de los líderes de los territorios que pertenecen a la Conquistadora y que están gobernado en su nombre. Amazonas, Egipto, Roma, Britania y Chin, se reúnen en el palacio y sus representantes no están muy conformes con las decisiones de la Conquistadora sobre sus tierras y deciden hacer algo al respecto.
Un accidente va a provocar una situación de traiciones, conspiraciones, lucha y poder, en la que intervienen también dioses como Ares, con cuyo cuerpo se van a provocar situaciones curiosas.
Como personajes secundarios destacaría a Jarrod, hijo de Gabrielle que pese a su corta edad no duda en plantar cara a quién sea por defender a su madre, Palaemon, soldado fiel a la Conquistadora que se encariña con el hijo de Gabrielle y no duda en su protección, Callisto en su línea de sádica y despiadada, y nuestro rey de los ladrones, Autólicus, que menos mal que llega la calma antes de que termine perdiendo más cosas.