Título: Serie Trace y Shannon
Autora: J.W. Heart
Título Original: Trace & Shannon
Argumento
Esta es una serie con pequeños tintes dramáticos, más sobre todo sus páginas están plagadas de momentos extremadamente divertidos que giran alrededor de Trace y Shannon. La serie está conformada de 4 tomos: Verano de Necesidad, Mientras tanto, de vuelta al rancho, El invierno del descontento y para finalizar El último hurra.
Opinión:
Trace O´Dell vuelve de vacaciones universitarias a su ciudad natal con la intención de encontrar un trabajo que le permita tener dinero suficiente para el siguiente año en la universidad, por lo que le dicen que en Evening Star, un rancho que sabe que está destartalado y medio abandonado, están buscando trabajadores.
Decidida como es nuestra protagonista y pese a sus dudas, para allá se dirige. Cuando llega y nadie le abre la puerta de la casa pese a su insistencia, se dedica a merodear por el lugar y así es como conoce a la que ella inmediatamente considera como “el amor de su vida” y ello pese a que la mujer es de armas tomar, y esto es totalmente literal.
Shannon Crowley es la actual propietaria del rancho Evening Star y pretende en él criar caballos, pese a que está ella sola y el rancho está hecho un desastre. Cuando ve a Trace merodeando por allí, la recibe como si fuera a robarla o algo parecido, y la echa del lugar de malas maneras.
Pero nuestra Trace no es tan fácil de disuadir;
Así que hice lo que siempre hacía cuando me enfrentaba a una mujer enojada. Puse mi sonrisa más grande, más cursi y encantadora que pude reunir. Oye… funciona, la mujeres la encuentran adorable. Sn embargo, mi futura esposa y madre de nuestros hijos no se impresionó tan fácilmente.
Pese a la negativa de ayuda por parte de Shannon, Trace decide ayudarla por su cuenta, olvidando el motivo por el que había llegado en primer lugar al rancho y mermando por tanto sus pocos ahorros en el intento. Pero todo sea por esa rubia que le había robado el corazón, y sí, hemos de decir que la razón también, desde el principio.
Siendo las dos protagonistas de esta forma de ser, sobre todo Trace que es todo corazón y todo desastre a partes iguales, esta serie nos lleva a un montón de situaciones en las que la carcajada está asegurada, en la que nos iremos sorprendiendo cada vez más por las cosas que Trace es capaz de hacer o de pensar, en la que iremos conociendo un poco más a Shannon y las circunstancias de su vida y también en las que nos desesperaremos con las desilusiones y situaciones por las que pasan los personajes principales.
La Serie comprende cuatro historias cortas en las que se van uniendo personajes secundarios entre los que destacaría en primer lugar a Maggie; dueña del restaurante local y la que ejerce de madre de Shannon, la cuida, la riñe, y le da buenos consejos; Cam, amiga de Trace de sus momentos difíciles, más conocida como Dawg (Perra) lo que la define perfectamente en su aspecto aunque no así en su carácter y tan desastre como ella misma;
—Este es el peor caso de inversión Anal-Craneal que he visto —me habría ofendido… si supiera de qué demonios estaba hablando.
—¿Huh? —Ok, no es mi regreso más ingenioso, pero eh… coma… recuerda.
—Las dos —Rudy señaló a Dawg y a mí—. Tienen sus mentes en el culo.
Sydney, compañera de Cam y soporte de Shannon en las locuras de las otras dos; JT, una maravillosa sorpresa de la historia en forma de “humana pequeña con cabello rubio y hoyuelos” como la define Trace, que va a cambiar mucho los acontecimientos en la segunda parte de esta serie, y la cual increíblemente sobrevivió intacta a los cuidados de nuestra “cabeza hueca” Trace; la cachorra, sí, no preguntéis, cosas de Trace, y por último Rudy y Macy, dos familiares de última hora que completan el elenco de personajes de esta serie a cada cual más disparatada.
Desde luego hay tres cosas fundamentales que he aprendido con esta historia, la primera son los múltiples usos de la cinta adhesiva y ¡la de problemas de los que te saca!; la segunda, que los muebles a veces se mueven solos y hay que vigilarlos; y la tercera, algunos elfos son un poco intolerantes, pero no es bueno pelearte con ellos en un centro comercial lleno de niños y de gente haciéndote fotos.
He de advertir también del extraño sentido del humor de la autora. Digamos que algunas situaciones y algunos finales de cada parte, son de esos que te dejan cuanto menos pensando “no me lo puedo creer”. La parte buena, es que tenemos recopilados los cuatro juntos en el mismo libro por lo que te aseguro que no vas a ser capaz de dejar de leerlo.