Título: Una Reina para todas las Estaciones
Autora: Melissa Good
Título Original: A Queen for all Seasons
Argumento
Xena la Despiadada siente que su mundo finalmente se está asentando en algo que incluso podría comenzar a disfrutar. La cosecha de verano fue buena, la gente se presenta a su Festival de la Cosecha, y Gabrielle ha cambiado algunos relatos a un prisionero persa por algunos consejos sobre masajes. Las únicas nubes en su horizonte, además de las tormentas invernales habituales, son ese mensaje que envió al Rey de Persia junto con la cabeza de su hija. ¿Qué podría realmente salir mal?
Opinión:
Esta es la tercera parte y última de la Serie Xena la Despiadada. Después de la larga y dura batalla contra las tropas persas, Xena y Gabrielle pasan un año tranquilo y próspero en su fortaleza y se preparan para celebrar la fiesta de la cosecha. Con ese propósito la fortaleza se llena de personas de todas partes para celebrarlo junto con la Conquistadora y su consorte, o para ofrecer espectáculos o ganar algunos dinares vendiendo sus objetos.
Entre tanta tranquilidad no podía faltar algún evento que trastoque esa paz y en este caso, comienzan a suceder una serie de misteriosos asesinatos sin causa aparente de la muerte y sin que puedan averiguar quién es el autor o autores, sucesos extraños y visitas de personajes poco gratos que van a trastocar esa paz y les van a impedir celebrar con tranquilidad su fiesta de la cosecha.
—Esos dos bastardos tiesos, no tienen ni una marca sobre ellos, como él dijo. —Arqueó su cuello mientras Gabrielle lo frotaba—. Ni un rasguño. Nada. Como si se hubieran sentado y estirado la pata.
—Eso es raro, ¿eh? —Gabrielle pasó la esponja por el cuello de Xena hasta los hombros, frotando con fuerza para quitar la suciedad de las áreas que su armadura no cubría—. Recuerdo que a veces pasaba eso. Durante el invierno.
—¿A hombres adultos un poco mayores que tú?
Gabrielle frunció el ceño.
—Bueno, no. —Limpió la clavícula de Xena, las yemas de los dedos sintieron la leve marca justo encima de su pecho izquierdo—. Principalmente los mayores.
—Exactamente. —Xena se deslizó bajo el agua y sacudió la cabeza vigorosamente, antes de salir a la superficie con un débil balbuceo—. Entonces, ¿qué los mató?
La intriga va creciendo más y más según van surgiendo más acontecimientos extraños, sumiendo a Xena en un afán de protección de Gabrielle que no siempre puede conseguir y que le lleva a dejarse mostrar tal y como es y siente ante sus personas de confianza. Su respuesta le deja sorprendida.
—Señora —dijo Lastay suavemente—. Lo siento mucho.
Ni siquiera se le pasó por la cabeza una pizca de burla.
—Sí, yo también —dijo Xena—. Escucha, Lastay. Si las cosas van realmente mal aquí, debes prepararte para asumir el mando de este sitio.
Xena entendía lo que estaba diciendo. Sabía que los soldados lo hacían. Incluso el persa, arrodillado a su izquierda, sus grandes dedos apretando el lino por ella, lo sabía. Sus grandes y líquidos ojos oscuros tenían una sorprendente compasión cuando se lo devolvió.
¿Lo entendería Lastay?
—Xena —dijo Lastay—. Haré lo que quieras que haga, siempre que quieras que lo haga —habló sin su habitual afectación—. Soy tuyo. —Lastay lo entendió. Xena se sintió un poco humilde al escuchar la sinceridad en su voz. Ella había sido tan grosera con él siempre. Él se arrodilló a su lado, apoyando sus grandes manos en la colcha de la cama—. ¿Puedo perseguir a esa criatura mientras tanto? —preguntó—. De verdad que me gustaría atraparlo.
Esta tercera parte es una historia de intrigas, miedos y ambiciones, dónde los personajes de Xena y Gabrielle nos sorprenden en numerosas ocasiones por mostrarnos sentimientos y acciones que no son habituales en ellas y mucho menos mostrárselas a todo el que les rodea.
Como en las entregas anteriores no puede faltar el humor de su autora, Melissa Good, una de las autoras favoritas del mundo Xenite, reflejado en ese humor irónico y mordaz de Xena que te sacará una carcajada aún en las situaciones más insospechadas.