Título: La última Conquistadora
Autora: Kamouraskan & Lariel
Titulo original: The Last Conqueror
Argumento
El imperio se desmorona y una lucha por el poder está a punto de comenzar.
Fuerzas oscuras están convergiendo y decisiones cruciales deben ser tomadas.
Pero, ¿qué opción es la correcta?
¿Y qué diferencia pueden hacer de todos modos, una chica truhana de Corinto y una prisionera demente contra las fuerzas que extraen su poder perverso de la tierra?
Opinión:
La última conquistadora tiene varios componentes típicos en los fanfics tipo Conquistadora pero a su vez es diferente. Es decir, tenemos no a una sino a dos locas bastante malvadas para las que rebanar una garganta es tan fácil como respirar, así que tendrán aquí su buena dosis de sangre derramada. Solo que una a caído en desgracia y otra está en la cumbre de la ola en toda su gloria malevolente.
La chica parecía recomponerse ante sus ojos.
—No, he visto matar gente antes. He visto todo tipo de muertes. Más nunca he visto matar a nadie... bueno, de la forma que tú... —Gabrielle negó con la cabeza—. Parecías disfrutarlo.
—Nada como una buena muerte. Y ha pasado un tiempo. —Xena sonrió, enviando un pinchazo de miedo corriendo por el cuerpo de Gabrielle.
Más Gabrielle, no tan normal en estos fics se nos presenta como una mujer fuerte, sumamente ingeniosa e inteligente, valiente y con temple. Para mí es el personaje que se lleva está historia, sí aún por encima de una Xena que siempre tiene su encanto.
Ahora los ojos verdes de la chica estaban ardiendo.
—¿Sentimiento? ¿Intuición? Perdicus, ¿tú y todos los demás estáis ciegos? Basta con mirar las caras de los soldados, los tenderos de los mercados. El reinado de Alti se está deteriorando. Puede que haya sido una estupenda consejera, pero no podría hacer funcionar ni el puesto de joyería de la esquina, y mucho menos un imperio. —Se detuvo para mirar hacia el túnel por el que había escapado—. Ella ni siquiera lo levantó... y la mujer que lo hizo está inconsciente en esa habitación. ¡Ahora déjame pensar!
También están presente diversos personajes que han aparecido a lo largo de la serie de Xena, entre ellos varias de nuestras ya conocidas Amazonas que logran enriquecer la narrativa.
Enojada, Terreis interrumpió.
—Alti acaba de emitir órdenes hace unos minutos para que todo el mundo esté atento a una mujer loca que dice ser Xena.
—Puede que tenga razón en la parte de mujer loca —Gabrielle miraba fijamente a las amazonas—, pero parece que hay más de una correteando por ahí.
Como pueden ver nuestra Gabrielle pese a tener que madurar muy rápido no ha perdido su humor, cosa que siempre se agradece.
La ambición, el poder y sobre todo el odio son tan seductores después de todo, tanto para personas que vivieron en la antigua Grecia hasta nuestros días. Xena, Gabrielle y Alti se entremezclan entre estás emociones ligadas por una profecía que es pieza central de la trama.
—Siempre acertijos, Arminus. Es molesto. Los dos que son uno. ¿Cómo los conoceré?
—Ya lo haces. —Arrancó otra maleza y rebuscó en la tierra.
—Xena. Lo sé, ella es la elegida.
—Sí. Ambas esperan su otra mitad. La que trae conclusión, equilibrio y propósito. El triángulo será formado y el camino será encontrado, para ti o para ella. Este es el patrón de tu pasado y tu futuro. —Se sentó sobre sus talones y la miró de nuevo. Sus ojos estaban opacos y en sus negros cristalinos, Alti vio desarrollarse su destino una y otra vez.
Esta historia trata sobre todo de elecciones de vida. Está ante ellas el camino de redención o de corrupción de la humanidad. Leer como nuestras protagonistas luchan en el precipicio de ambas líneas es uno de los puntos mejor logrados en esta lectura. Y es lo que mantiene al lector enganchado con tantas emociones subyacentes en este mar de intrigas por el poder y la lucha entre la luz y la oscuridad.
Lucius se burló.
—Una vez pensé que matarte daría honor, pero tenían razón. No eres más que otra perra loca.
Xena ladeo la cabeza.
—Lucius, Lucius. Has estado trabajando para Alti tanto tiempo que has olvidado que no soy una perra loca. Soy LA perra loca. —Le hizo un gesto para que acercara a sus hombres—. Vamos a ver lo que tienes.