Titulo: Amor de Verano
Autora: Julie Cannon
Titulo original: Summer Lovin
Argumento
Tres historias de diversión al sol durante un verano inolvidable.
En Maui Magic, Addison Bradbury puede construir cualquier cosa, pero su vida amorosa se desmorona incluso antes de que comience. Erin Williams, propietaria de Maui Magic Catamaran, está más interesada en divertirse con una mujer que en construir un futuro con una. Addison está acostumbrada a salirse con la suya y Erin simplemente navega por la vida. No hay forma de que se enamoren, ¿verdad?
En Bahama Breeze, Samantha Recker no es una directora financiera estereotipada. Le gustan las Harleys, el ala delta y vivir la vida al límite. Cuando conoce a Teresa Tinsdale, Sam está completamente desconcertada. Ella ha conocido a su pareja en más de un sentido. Al igual que los imanes, se juntan y se separan y no hay forma de que permanezcan juntas, ¿verdad?
En Jamaican Haven, como introvertida, Cora Donaldson espera pasar su tiempo de voluntaria limpiando perreras y recogiendo caca en silencio para una organización benéfica dedicada a rescatar perros callejeros, hasta que derrama todo su cubo de caca sobre la hermosa y cautivadora Tyler Sánchez, la directora del refugio. No hay forma de que Cora se recupere alguna vez, ¿verdad?
Opinión:
Samantha Recker (Sam), directora financiera de su empresa, una mujer deslumbrante, alta de cabello rubio, toda una belleza, amante de los deportes extremos, decide pasar sus vacaciones anuales como voluntaria en Nassau, ayudando a limpiar los destrozos que dejo el huracán Eduardo a su paso por las Bahamas. A su llegada, forma parte del equipo azul liderado por Teresa Tinsdale.
—¿Qué te trae por aquí?
—Probablemente por la misma razón por la que todos los demás vienen a ayudar. Tengo algunas habilidades y algo de tiempo, así que aquí estoy.
—Mimi dijo que te quedarás un mes. Eso es mucho tiempo. ¿Qué haces cuando no eres voluntaria?
—Soy la directora financiera de una empresa de construcción.
—Cerebro y habilidades, una excelente combinación.
Cora Donaldson, con tan solo un metro y medio de estatura, la gente pensaba que tenía 12 años y no 38, introvertida, de pocos amigos, no era la típica chica americana. Decidiendo unir negocios y placer en kingston, la capital de Jamaica, se ofrece como voluntaria en un refugio de animales, conociendo a la directora Tyler Sánchez de una forma poco usual.
—¿Que es ese olor?
En ese momento, el abrumador olor a caca de perro asaltó a Cora. ¡El cubo de caca! Se había ofrecido como voluntaria para vigilar el área y Michael le había dicho que lo dejara todo en el gran contenedor de basura justo afuera de la puerta trasera. Cora jadeó y luego comenzó a toser. No es buena idea. Se puso de pie.
—Mierda. No, quiero decir, sí. No, quiero decir, lo siento mucho —dijo mientras le tendía la mano para ayudar a Tyler a levantarse. Tyler la miró, probablemente para asegurarse de que no tenía caca. Cora se la secó en los pantalones cortos solo para estar segura—. Lo siento —dijo por tercera vez—. Michael me dijo que empujara con fuerza la puerta, pero no esperaba que alguien tirara de ella al mismo tiempo.
Tyler la tomó de la mano y se puso de pie.
—Bueno, esta es una presentación que ninguna de nosotras olvidará. Soy Tyler Sánchez.
—Cora Donaldson.
Addison Bradbury asumió el mando de la compañía fundada por su padre al morir este, cuando las finanzas lo permitieron decidió hacer contribuciones tanto monetarias como de voluntariado. Estaba deseosa por salir de detrás de su escritorio, echaba de menos la sensación de un martillo en su mano, el olor de la madera recién cortada, la construcción era sus raíces, estaba en su sangre.
En plena construcción en Maui, conoce a Erin Williams otra de las voluntarias.
—Buenos días. ¿Lista para otro día?
—Absolutamente —dijo Erin con sinceridad. Se puso al lado de Addison mientras cruzaban la calle.
—¿Dolorida?
—Un poco —mintió Erin. Le había costado mucho levantarse de la cama esta mañana—. Solo en los músculos que normalmente no uso.
—Es un trabajo bastante físico.
—¿Te refieres a cuando no me estoy golpeando el pulgar?
Erin levantó su pulgar que lucía un maravilloso tono púrpura como evidencia.
—Ay. Eso dolerá si lo vuelves a golpear hoy.
—Me duele ahora y no tengo la intención de golpearlo, pero tampoco lo había planeado ayer. Ahora, reconozco que soy un poco tímida —dijo Erin.